1 Ene 2015

1 Ene 2015

Año nuevo, vida nueva!

Año nuevo, vida nueva!

 

 

Inevitablemente al ser el día 31 de diciembre, el último día del año, todos pensamos en que ha sido de este año pasado o nos centramos de lo que puede ser del futuro, el año próximo. Miramos hacia atrás como momentos que nos gustaria olvidar, o bien como etapas que queremos que duren eternamente. Nuestras experiencias pasadas contribuyen en lo que somos hoy, pero el mañana podemos ser quienes queramos. Plantear metas, objetivos o cambio de hábitos cumple un papel interesante, ya que es el antecedente al cambio.

Cada año nuevo se nos presenta como una hoja en blanco, donde cada uno puede escribir lo que quiera, desde centrarse en los aspectos negativos de su vida, ser optimista, o simplemente vivir la vida con las experiencias que se les presente. A lo largo de nuestras vidas vivimos circunstancias elegidas o simplemente experiencias que se nos presentan, lo cual es importante vivirlas. Esto último hace referencia a experienciar cada momento ya sea bueno o difícil, ya que es parte de la vida tener todo tipo de experiencias.

Es importante ser el director de “nuestra película”, donde podemos tener el resultado que deseemos con mucha dedicación y perseverancia. Podemos elegir nuestra película o simplemente ser el actor, donde quienes nos guían son otros. Demos la bienvenida a este año con ilusión y con ganas de vivir todo aquello que se nos presente disfrutando de cada momento!

Un poco de psicología positiva para el año que entra..

El término “psicología positiva” ha sido desarrollado por Martin Seligman, teniendo como objetivo mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de trastornos mentales y patologías. La psicología positiva insiste en la construcción de competencias y en la prevención.

En esta búsqueda de lo mejor del ser humano, de las cosas buenas que hacen que florezca su potencial, la psicología positiva no confía en sueños dorados, utopías, espejismos, fe, ni auto-engaño, sino que adopta el método de la psicología científica, ampliando el campo tradicional de actuación y distanciándose de dudosos métodos de autoayuda o filosofías espirituales que tanto proliferan en nuestros días.

Gracias a la investigación teórica en torno a este área, el abanico de la intervención se verá ampliamente enriquecido. En este sentido, la relación de variables como el optimismo, el humor o las emociones positivas en los estados físicos de salud se alza como uno de los puntos clave de la investigación en psicología positiva.

Emociones positivas.

Las emociones positivas resuelven problemas relacionados con el crecimiento personal y el desarrollo. Experimentar emociones positivas lleva a estados mentales y modos de comportamiento que de forma indirecta preparan al individuo para enfrentar con éxito dificultades y adversidades venideras (Fredrickson, 2001).

Optimismo.

El optimismo es una característica psicológica disposicional que remite a expectativas positivas y objetivos de futuro y cuya relación con variables como la perseverancia, el logro, la salud física y el bienestar (Peterson y Bossio, 1991; Scheier y Carver, 1993) han hecho de esta materia uno de los puntos centrales de la psicología positiva. Desde entonces son muchos los estudios que muestran que el optimismo tiene valor predictivo sobre la salud y el bienestar, además de actuar como modulador sobre los eventos estresantes, paliando el sufrimiento y el malestar de aquellos que sufren, tienen estrés o enfermedades graves (Peterson, Seligman y Vaillant, 1988).

Relación entre la psicología positiva y un acontecimiento traumático.

Vivir un acontecimiento traumático es quizá una de las situaciones que más transforma la vida de una persona. Sin quitar un ápice de la gravedad y horror de estas experiencias, no podemos dejar de resaltar que es en situaciones extremas cuando el ser humano tiene la oportunidad de volver a construir su forma de entender el mundo y su sistema de valores, tiene la oportunidad de replantear su concepción del mundo y de modificar sus creencias, de manera que en esta reconstrucción puede darse, y de hecho se da en muchos casos, un aprendizaje y un crecimiento personal (Janoff-Bulman, 1992; Calhoun y Tedeschi, 1999).

Creatividad.

La creatividad es la capacidad de crear, de producir cosas nuevas. Es la capacidad que tiene el cerebro humano para llegar a conclusiones e ideas nuevas y resolver problemas de una forma original. En su materialización puede adoptar formas artísticas, literarias, científicas, etc., y también puede desplegarse en el campo de la vida diaria, mejorando la calidad de la misma. Esto último probablemente no deje una huella en la historia de la humanidad, pero en esencia es lo que hace que la vida merezca la pena (Csickszentmihalyi, 1996).

Feliz 2015!